domingo, 23 de septiembre de 2007

Metaburocracia

Por Jorge Luís Falcón Arévalo*


"Felices aquellos que saben que detrás de todas las palabras hay lo que no se puede decir" -Rainer M. Rilke, poeta-


Un gobierno que no se concibe asimismo como gobierno, es una aberración política. Y esto es una desgobernabilidad que trae como consecuencia primaria, anarquía. Y lo que se ve, no se duda. Guerrero presenta esa fisonomía. Acapulco, es la vívida historia de una ineficiente administración; de hecho, no hay tal ejercicio, porque se carece del personal administrativo capacitado para efectuar tal proceso. Hay metaburocracia.

Lo paradójico de la sociedad mexicana es que si bien critica las fallas de la transición en su dimensión política, ha sido tan tolerante del deterioro social y criminal que ya percibe a esa realidad como normal.

A menos que aceptemos el colapso total de la mexicana como sociedad organizada (al estilo de Somalia), no cabe la menor duda de que México está llegando al límite por lo que toca a la violencia, criminalidad e incompetencia gubernamental. Max Weber, el sociólogo alemán que afirmaba que el Estado es aquel que cuenta con el monopolio de la violencia, estaría a un tris de afirmar que los narcotraficantes, secuestradores y criminales comunes y corrientes son ya el Estado mexicano. Hacia allá nos encaminamos. Será el arte de una nueva política, sólo porque esta tiene que adecuarse a nuevas propuestas de una neo sociedad manipulada y (des) organizada.

Es necesario reconocer que parte del problema de la parálisis, invalidez y letargo de todos los gobiernos del país en el tema de la criminalidad reside en el hecho de que existe una diferencia no sólo conceptual y legal, sino práctica entre el llamado fuero común -responsabilidad de cada estado y municipio- y el fuero federal -responsabilidad del gobierno federal- y ambos chocan a diario. Coincidiendo en desinformar. Como primicia de una cultura política de cuño apropiado para ésta sociedad anquilosada, masoquista, voyerista y tullida.

La tolerancia que se ha convertido en normalidad tiene consecuencias políticas. La normalidad al revés le confiere enorme latitud al gobernante, pues éste ya ni siquiera se siente responsable del acontecer cotidiano ni encuentra razón alguna para responder ante el reclamo popular.

Las estructuras organográficas de gobierno, deben remodelarse, nuevos "maquillajes" se deben adecuar a nuevos conceptos sociales. Una nueva metamorfosis debe ceñirse para lograr entender que nuestros aconteceres son otros; ya sea por orden político, económico, ambiental o de praxis personal. Deben entenderse con nuevos vocablos y nuevas acciones de empleados de una estructura gubernamental de acciones no acciones. De trabajos y soluciones de mentiras y problemas de verdad.

Guerrero pervive en la parálisis en la gestión pública y una ola de violencia que ha acabado por convertirse en una nueva realidad. Nos parece natural lo que debería verse como una aberración y utópico lo que debiera ser un derecho elemental de todo ciudadano.

El Diario de la Familia Guerrerense ha sido factor determinante al mantener informada a la sociedad de los graves problemas que enfrentan los funcionarios gubernamentales. Que los hay desde perfectos padrotes del cinismo, hasta ocurrentes, inmorales, impúdicos y torpes. Esto es importante como medio masivo de comunicación
Salvo algún analfabeto que quiere sorprender con declaraciones incoherentes, como el titular de Saneamiento básico en la comuna porteña.

Se aproximan nuevas estructuras políticas, nuevos procesos electorales. Los mismos gángster, los mismos simpatizantes partidarios, las mismas que la política han hecho todo un catalogo de prostitución.

Guerrero, históricamente ha sido bastión de gestas y luchas. De transformaciones sociales. Acapulco cuna de hombres milenarios y culturas antiquísimas. No merece estos hombres y mujeres de escoria que desde el poder gubernamental tuercen la vida de los guerrerenses.

*Librepensador en una megalucha en la conciencia del medio ambiente con cientos de jóvenes universitarios, sin ningún interés político, sino moral.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Una juventud simbólica.

Por: Jorge Luís Falcón Arévalo*

"La distancia no es cuando nos separamos, La distancia es si no volvemos". –jlfa-


Para desentrañar los comportamientos de las juventudes actuales es necesario enlazar los estudios sobre la economía política de los medios de comunicación, en especial del análisis del mercado musical, con la exploración de las audiencias y la ligazón entre la estructura de la música popular; así se ha logrado la construcción del universo simbólico juvenil. Por lo tanto, es importante sanear o pretender superar una visión mercantilista del fenómeno, enlazando el consumo y creación musical por parte de la juventud con la estructura del sentir propia de nuestro tiempo.

La juventud es un periodo de indefinición y búsqueda de una identidad, a la que la ausencia de un paradigma, una metanarración fuerte, puede afectar sobremanera. Y los casos lo vemos en una errada políticas social y cultural acerca de la conformación de una juventud briosa, pensante y educada.

La música es un medio para percibir el mundo, un instrumento de conocimiento que incita a descifrar una forma sonora del saber. Una aproximación al estudio de la música debe intentar comprender la producción y reproducción de esta en relación con el proceso de desarrollo social, para ello debemos prestar especial interés al espíritu de la época.

El arte de los sonidos es, desde hace siglos, un terreno intercultural. La música ha sido siempre una forma de expresión cultural de los pueblos y de las personas a través de la que se expresa la creatividad. La música es un arte, pero las manifestaciones musicales van unidas a las condiciones culturales, económicas, sociales e históricas de cada sociedad. Para poder comprender un tipo de música concreto es necesario situarlo dentro del contexto cultural en el que ha sido creado, ya que la música no está constituida por un agregado de elementos, sino por procesos comunicativos que emergen de la propia cultura.

El sociólogo Edgar Morin reflexionaba sobre la doble dimensión de la canción: musical y verbal. "Teniendo en cuenta sus ideas y valorando el poder comunicativo que tiene la música, cabe preguntarse si el componente más importante de la canción, del éxito de su mensaje, se encuentra en la parte musical o en la parte verbal". Pues bien, hoy no cabe duda de que la letra haya tomado el protagonismo.

La letra es el mensaje, comunica de una forma directa, describe la sociedad, una sociedad carente de valores, una sociedad sodomita, una sociedad sojuzgada, una sociedad que pervive en conflictos sentimentales, sin una cura, o al menos que se logre transformar la cantaleta de una letra sin sentido poético. Letra ramplona y carente de una estadía cultural. El paso de la ética calvinista a una ética del consumo hedonista, propio de un estado de capitalismo avanzado, corrompido y sensualista.

La música actual en México, de igual forma que la cultura, sigue una política y una estética del fragmento y también, como escribió Baudelaire, "…de lo efímero, lo fugaz y lo contingente", pero es vendida como mercancía cultural de primer orden, como simulacro artístico.

En todo caso, constituye un error característico realizar una clasificación exhaustiva y extensiva tanto de las subculturas juveniles como de los grupos musicales afines. Del mismo modo, tampoco resulta posible trazar un mapa genealógico de las diversas subculturas juveniles. Hacer esto y lograrlo ha sido un éxito de los grandes consorcios multinacionales, para con ello evitar una sola corriente de pensamiento juvenil. Es decir, distraer y corromper.

La expansión de un mercado musical específicamente destinado a la juventud apoyó el cada vez más importante papel de la música en la construcción de la identidad juvenil. Dispersa; pero en fin, identidad.

La música, sin duda, no era y no es la única expresión de la cultura popular a partir de la cual los jóvenes construyen su identidad. El cine, la moda, la televisión, antaño la motocicleta y hoy el vehículo "de moda entre los jóvenes", etc., son elementos cruciales en la construcción de su universo simbólico.
Hoy lamentablemente tenemos una juventud simbólica, hecha por los dictados no tan solo de la música, sino de la moda y del ficticio "status de vida".

domingo, 9 de septiembre de 2007

Todo es una universidad del homicidio


Por Jorge Luís Falcón Arévalo*

"Descubrí que la burguesía occidental educada es analfabeta religiosamente" – Alan Watts. "El arte de ser Dios"-

Escasamente a los quince años, por razones obvias de mi padre –su incansable afán de que siempre tuviéramos un libro en las manos- puso en ellas el ejemplar de "Un Hombre acabado" del italiano Giovanni Papini, La manera de redactar y escribir de este "paisano" me atrajo por su gran capacidad narrativa y descriptiva de su prosa, de las entrevistas y demás escritos realizados por esta "lumbrera" que siempre estará en boga –expongo para los curiosos lectores. Por ello les invito a buscar y leer un libro de éste actor de la redacción antes de que fallezcan, digo- Posteriormente tuve la oportunidad -estos sí los compré- "Gog" el famoso Rey de Magog, hermanado a este "El libro Negro", "El Diablo", "El juego de abalorios", y demás, entre ellos "Historia de Cristo".

En palabras de Jorge Luís Borges, acerca de Papini externó: "Si alguien en este siglo es equiparable al egipcio Proteo, ese alguien es Giovanni Papini, que alguna vez firmara Gian Falco, historiador de la literatura y poeta, pragmatista y romántico, ateo y después teólogo". El propio Borges dice que "hay estilos que no permiten al autor hablar en voz baja. Papini, en la polémica, solía ser sonoro y enfático".

El particular Gog va encontrando seres lunáticos y paradójicos, al tiempo que recorre anticuarios y compra manuscritos imposibles como este que van a leer del tomo "El libro negro", cuento intitulado "La universidad del Homicidio".

"En Tánger, en su peregrinar Gog, acompañado de un marroquí que le acompaña a conocer a la "Universidad del Homicidio". Allí el rector, les comenta que: "…el homicidio está ocupando el primer lugar entre los factores dominantes y determinantes de la vida moderna. Aumenta día a día la sed de venganza, de riquezas y de poder político, por el cual también aumenta también el número de homicidios puesto que la supresión de vidas humanas es uno de los medios más rápidos para satisfacer nuestras pasiones, tanto en el amor como en la política".

La primera autoridad de la universidad le explica a Gog de las materias que allí se imparten y señala: "los cursos duran dos años; tenemos cátedra de Toxicología destinada a los que prefieren servirse de venenos seguros con máximas garantías de impunidad. Anatomía Humana, impartida por un médico evadido de cárcel perpetua. Esta cátedra es utilísima para el conocimiento de los órganos vitales vulnerables con mayor seguridad. Otra, de Química, dedicada especialmente al estudio de los ácidos y los solventes, auxiliares preciosos para la disolución integral de los cadáveres. El Arte de ocultamiento, cátedra especial que enseña los diversos sistemas de caracterización, disfraz y enmascaramiento y aprenden principalmente los recursos oportunos para hacer desaparecer, rápidamente las manchas de sangre y las impresiones digitales. En la biblioteca se encuentran obras como: "El asesinato como una de las Bellas Artes", de Tomás de Quincey, "El hombre Delincuente", de César Lombroso, "El poeta asesinado", de Apollivaillac, "El Homicida", de Ottolenghi, de los hermanos Tharaud. Y así la narración del cuento, quien destaca a Gog: Tenemos alumnos de casi todo el mundo, porque en otras partes del mundo no hay institutos similares. La Universidad pervive gracias a donaciones de ex alumnos que han hecho fortunas gracias a las enseñanzas aprendidas en esa institución.

Recordando algunas aviesas intenciones de la vida nacional, diversas universidades deben mantener este perfil. Los hechos nos demuestran que la vida pervive entre el fracaso del bien y el éxito del mal. Ya quel el bien es un reflejo del mal.

*Librepensador que recuerda esto del Talmud: "No vemos las cosas como son. Vemos las cosas como somos"

domingo, 2 de septiembre de 2007

Romper paradigmas

Por: Jorge Luis Falcón Arévalo*

"La Humanidad tiende a la paz, a la higiene y a la ciencia. Si no fuera así, peor para ella, porque mientras haya guerra, suciedad y estulticia no habrá cumplido su destino que es la civilización -Francesc Pujols, (1884-1962) fue un escritor -o mejor dicho, un polígrafo-

México ha sido impactado por el derrumbe de un mundo bipolar y la emergencia de un espacio de disputa caracterizado por la aparición de nuevos liderazgos regionales, la integración de bloques supranacionales y la consecuente disputa por las hegemonías; el fortalecimiento de problemáticas de dimensión planetaria como el cambio climático, el agotamiento de recursos naturales, la migración, la obligada transición energética, la reaparición de disputas y fracturas sociales por motivos étnicos o religiosos, y la creciente inseguridad mundial, entre otros.

El país experimenta un complejo e incierto proceso de reacomodos de la esfera pública determinado por el dinamismo social, las expectativas e impulsos de los actores sociales que marcan el rumbo, la agenda de viejos y nuevos problemas que enfrenta la nación y por su reubicación en un escenario internacional convulso, vertiginosamente cambiante, crecientemente desigual, globalizado y señalado por una aguda competencia de espacios de influencia y mercados.

La nación presenta paradigmas que hay que transformar, que sociedad unida debe buscar los cauces en la academia, en la educación en una renovada políticas publicas para evolucionar. La sociedad mexicana debe salir de su letargo y dejar en manos de mañosos, impostores y hampones el destino de nuestro desarrollo y calidad de vida.

Un paradigma tiene su origen en la disputa política que caracterizó al sistema priista a lo largo de buena parte del siglo XX: la lucha entre el centro político y los cacicazgos regionales. Hoy, como al final de la Revolución, las tendencias descentralizantes de nuestra realidad política comienzan a tomar vuelo. Aquí nos encontramos con el dilema que perennemente caracterizó la era de los gobiernos priistas: cómo mantener el orden sin que se disgregue el país.

El orden era una condición necesaria para el desarrollo social y económico, en tanto que la descentralización, usualmente asociada a cacicazgos regionales, impedía el progreso. Sucesivos gobiernos priistas se abocaron a imponer su propia manera de entender al mundo, de controlar a todos y cada uno de los movimientos que tenían lugar a lo largo y ancho del país y, por ese medio, avanzar en sus modestos programas de desarrollo económico.

La única vertiente que puede adoptar el nuevo gobierno es la de la creación de un sistema político basado en reglas escritas, precisas y conocidas por todos. Esas reglas, emanadas del marco legal, tienen que convertirse en la razón de ser del sistema político y en la guía de acción del gobierno federal.

Los incentivos y estructuras institucionales del viejo sistema político no cuadran con la nueva realidad del país o con las expectativas de la población. La pregunta es si parece posible transformar el sistema, abrir nuevos cauces de participación y favorecer el desarrollo de una verdadera ciudadanía, todo ello en el contexto de una economía fuerte y pujante. Corea y España lo lograron en las últimas dos décadas. Por qué no habríamos de lograrlo nosotros.

Ni la política económica ni la democracia tienen sentido si no se reflejan en el nivel de vida de la población. Ese es, en esencia, el desafío que enfrenta el segundo gobierno Panista emanado de un partido distinto al PRI. El problema está en que es mucho más fácil entender el pasado, o criticarlo, que sentar las bases para un desarrollo cualitativamente distinto. Ese es, en resumen, el reto para el nuevo gobierno.

Y es precisamente en éste desorden cuando irrumpe la pseudo izquierda del PRD, donde militan más delincuentes y ladrones que han hecho de la política su más grande negocio; y que escondiéndose en términos de "luchadores sociales", son una caterva de rijosos y lujuriosos de los dineros ajenos. Usufructuando el significado gentil de ese vocablo han hecho de la política su modus vivendi y operandi, hombres y mujeres.

*Librepensador que destaca: si ellos son luchadores sociales –y no digo nombres para no ofender - yo soy Vito Andolini Corleone.